Al inaugurar en Florencio Varela, la Universidad Nacional que lleva el nombre de Arturo Jauretche, la Presidenta, dirigiéndose al público asistente, dijo:
“Ustedes se preguntarán qué es este libro que me regaló el flamante Rector de la Universidad, Ernesto Villanueva. Es el Manual de Zonceras Argentinas, de Don Arturo Jauretche. Yo lo leí hace muchos años, a los 18 ó 19 años. Diría que lo lean todos. Porque uno puede no ser peronista, lo único que no puede ser es zonzo.
“Don Arturo, ocultado, prolijamente, por la historiografía oficial, fue un hombre que nos abrió la cabeza a muchísimos jóvenes. Supo, como pocos, interpretar a los argentinos y desmenuzar a nuestra sociedad. Por eso celebro hoy que esta universidad lleve su nombre.”
En 1946, Arturo Jauretche fue en la inicial revista “Descamisada”, uno de los colaboradores de la primera hora, a través, entre otros, del seudónimo El Fabriquero. Por ello, en el primer número correspondiente a mayo de 2010 de la nueva “Descamisada”, impedida de circular por arbitrio del Monopolio, se había publicado el siguiente recuadro:
Recordando a un patriota:
Dr. ARTURO JAURETCHE
Lo veo venir al Doctor, subiendo la escalera de Piedras 708, al mediodía, allá por diciembre de 1945, humilde, modesto, como son los grandes, siempre pensando en el país, con sus ideas y consejos. Él quería a DESCAMISADA y venía varias veces a la semana para orientarme, para aconsejarme. Yo lo admiraba, con mis jóvenes 20 años era para mí como si viniera la patria misma. Le encantaba comer el bifecito a caballo que nos traía el boliche que estaba en la esquina de enfrente. Yo no hablaba; lo escuchaba…
¡QUÉ FALTA QUE HACE HOY UN PERSONAJE ASÍ!
¡Dr. JAURETCHE, NUNCA LO VOY A OLVIDAR!
¡GRACIAS POR TODO LO QUE ME DIO!
Germinal Lubrano
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