jueves, 8 de diciembre de 2011

La cosa fue por Barracas y se llama Torcuato Tasso

Merecido homenaje a Germinal Lubrano

En un ambiente entusiasta y partidario de Cristina se inició el acto de homenaje a Germinal, después de escuchar los acordes de algunos tangazos. Se encargó de presentar a Germinal el “amigazo” Arnaldo Goenaga, que se refirió a la personalidad del homenajeado con palabras que definen el pensamiento del creador de “Descamisada”, revista que él creó a fines del año 45, a pocos días del inolvidable 17 de octubre, donde el pueblo exigió la presencia de Perón, que había sido detenido por la oligarquía conservadora que reinaba en ese momento en el país.
Con palabras sencillas, Germinal se refirió al nacimiento de la revista “Descamisada”, contando que  se le ocurrió cuando estando en un café de la calle Corrientes, vio a un muchacho con un palo y una camisa atada como bandera.
Matizó sus palabras con algunas anécdotas que causaron la aprobación de los numerosos presentes. Describió el escenario de aquel momento histórico con una calle Corrientes poblada de cafés tangueros: El Nacional, Marzotto, etc. etc., donde actuaban las orquestas de aquella época, y recordó, no sin cierta nostalgia, a los cabarets como el Ta-ba-ris, Marabú, Tibidavo, etc, donde estaban D’Arienzo, Troilo, Di Sarli y muchos famosos más; eso le gustó mucho al público presente y fue festejado con aplausos y muestras de aprobación. Germinal también se refirió a las publicaciones que están de “nuestro lado”, que son diarios difíciles de leer, con una tipografía y una presentación gráfica infantil, pesada como plomo. “Yo les aconsejaría a los directores –agregó Lubrano- que vayan a la Biblioteca Nacional y miren cómo se hacía un diario, allá por los años 30 y 40. Hacer un diario no es meter columnas y columnas de texto; las notas deben ser sintéticas, a veces cambiando de tipografía para que el lector del diario -que no es el lector de un libro- pueda entender lo que se dice.”
Y agregó: “Es una pena desperdiciar kilos de material que no tienen la debida eficacia que deberían tener.”
También hubo presencia de los muchachos de la lucha, que recordaron con emoción a los caídos y desaparecidos luchando contra las dictaduras.
Después de una buena cena con vino “Justicilalista” –ése era el nombre del vinacho- se sorteó una obra del pintor Germinal Lubrano, y con muchos abrazos y besos, se terminó la función con despedida y pasión peronista.

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